Al salir a la calle use una máscara, hasta el momento nadie ha secuestrado a un luchador

1. Encadénese a un árbol.

2. Esconda sus collares y anillos.

3.Tampoco salga con sus esclavas. Si tiene muchas domésticas, déjelas en casa.

4. Píntese manchitas rojas en la cara y el cuerpo; ningún secuestrador se atreverá a llevarse a un enfermo de sarampión.

5. Contrate a un doble, vístalo con sus finas ropas, póngale sus joyas y mándelo por delante en su flamante camioneta. No falla.

6. Use una máscara. Hasta el momento nadie ha secuestrado a un luchador.

7. Disfrácese de homeless.

8. Si ya fue secuestrado una vez, exíjale al criminal un sello o comprobante para que no le vuelva a suceder.

9. Renuncie a lo material, regale sus bienes, aléjese de la sociedad.

10. Úntese polvo pica pica sobre la ropa, así en el caso de que quieran tomarlo a la fuerza la comezón frenará a sus agresores.

11. Cámbiese de colonia. 12. Mejor: cámbiese de país.

13. Más mejor aún: muérase. Este método ha demostrado una alta efectividad.

14. Encíerrese en su casa.

15. Vuélvase secuestrador. La Ley siempre lo apoyará y los demás secuestradores le guardarán respeto.

Fuente: La Revista, Periodismo en Zona Libre. 14 de Junio de 2004. p.75

Lo anterior no es más que una salida o una forma del mexicano para tratar un tema de tal magnitud como lo es el secuestro. México ocupa el segundo lugar a nivel mundial en cuanto a casos de secuestros se refiere, y el lugar donde más secuestrados hay es en la Ciudad de México, seguido por el Estado de México, y la suma de los casos en estas dos entidades significan aproximadamente la sexta parte de todos los secuestros en el país, en estas cifras no entran los llamados "secuestro express", los cuales hasta hace poco fueron legislados y creado leyes y sanciones para ellos. Debido a la gran cantidad de dinero que se puede obtener en este tipo de actos y a la mala inseguridad y al sistema de leyes en nuestro país, se dice que México se ha convertido en un lugar muy atractivo para los secuestradores. Todo este problema lo atribuiría a la pérdida de los valores en nuestra sociedad, en que no nos importe herir a los demás con tal de obtener un beneficio propio, y esque realmente el sufrimiento es mucho, tanto de las personas secuestradas como de los familiares que tienen que hacer lo posible por rescatar al secuestrado.